CCISETA Puno

Fabrica de cemento Caracoto: una bendición o una maldición para el medio ambiente

Por: Fortunato Escobar
Las sociedades “modernas” constantemente aspiran impulsar su desarrollo “autosostenido” y para ello, requieren obviamente impulsar todo tipo de inversiones y orientar de la mejor manera posible la explotación de sus recursos naturales renovables y no renovables; pero estas inversiones, desde la visión integral deben ser sustentables en el tiempo, no sólo para las empresas sino también para la sociedad en general. Este, es el propósito de objetivo del “desarrollo sustentable” delineado en la cumbre del Río (1992), tomando de esta forma, fuerza de aplicabilidad, el informe de la comisión Brundtland (1987), el de satisfacer el bienestar de las poblaciones humanas del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones.

Dentro de la misma línea se han pronunciado los 189 Jefes de Estado durante la cumbre del milenio en el se aprobó por consenso los Objetivos del Desarrollo del Milenio -ODM- en septiembre del año 2000, al igual que estas han sido ratificados y fortalecidos en su integridad durante la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible llevada acabo en Johannesburgo (Sudáfrica, 2002). Instrumentos con el que se prende garantizar la sustentabilidad de medio ambiente y los recursos naturales, como es el de garantizar el crecimiento económico armónico con el adecuado tratamiento ambiental; es decir, garantizar el crecimiento económico y que estas sean ecológicamente sustentables, junto a la sustentabilidad social y su acceso equitativo entre todos los hombres y mujeres tanto para generaciones actuales y futuras.

Bajo esta concepción, el desarrollo económico requiere de inversión pública y privada, pero que la inversión local no debe comprometer al medio ambiente y los recursos naturales, al igual que la salud humana, biológica, cultual y demás ecosistemas. Es decir, lo que se haga hoy para mejorar los niveles de vida no debe comprometer la salud actual y de las futuras generaciones: ello significa que la inversión de la empresa privada o pública no puede comprometer la salud humana, vegetal y de otros ecosistemas.

Por consiguiente, la inversión actual no puede funcionar al margen de las políticas nacionales mucho menos al margen de los instrumentos internacionales ante los cuales el gobierno peruano se ha comprometido a cumplirlas, hacer cumplir e informar sobre los avances de las metas obtenidas. ¿Pero, qué esta ocurriendo en la fábrica de cemento CARACOTO?, ubicada en el Distrito del mismo nombre de jurisdicción de progresista provincia de San Roman – Juliaca del Departamento de Puno.

Los beneficios que genera Caracoto, ¿ha mejorado la calidad de vida de las poblaciones aledañas y por ende de la región?, o es que los resultado son adversos, donde los elementos ambientales físicos, biológicos, humano y la cuestión cultural han sido alterados. En suma, sus impactos son positivos o negativos.
Las evidencias recogidas por CCISETA al igual que vistos los documentos escritos por diversas intelectualidades corroboran, que lo que ha venido denunciándose sobre los impactos negativos que genera esta empresa tienen un sustento irrefutable en perjuicio directo de las comunidades indígenas y campesinas del entorno. Los resultados, son indignantes y preocupantes por alta depredación social y ambiental causada por fábrica de cemento Caracoto.

El historial de cemento Caracoto, data desde hace más 40m años, periodo en el cual casi nadie había protestado al principio, pero en la última década surge una suerte de conflicto socio ambiental; consigo con el una protesta generalizada de las comunidades incluido la población asentada en el mismo distrito.

El proceso de contaminación ambiental en lo principal se caracteriza fundamentalmente por la:

Contaminación atmosférica por partículas en suspensión de polvo y gases durante el procesamiento de cemento y lo es mucho más con la utilización del carbón como fuente de energía durante las 24 horas del día.

Alteración del sistema natural y calidad paisajista por la extracción de materiales de las canteras, que igualmente levantan polvo y humos distorsionando de esta forma el cielo azul del altiplano.

Alteración y disminución de la cobertura vegetal por excavaciones en canteras, apertura de caminos de acceso en las comunidades campesinas y parcialidades. Lo que se traduce en la desertificación y erosión de suelos.

Disminución en la producción agropecuaria causada por acidificación y emisión de óxidos de azufre consecuencia de la utilización del carbón. Al igual que por la emisión de polvo, de los que resultan cubiertos permanentemente de estos elementos la cobertura vegetal, en sí la cobertura de láminas foliares de las plantas los que hacen que sean rechazadas por la ganadería, es decir, los pastos no son adecuadamente consumidos por animales.

Alteración de las categorías físicas, químicas del recurso hídrico necesario para el consumo de los animales y los grupos humanos en lugares cercanos a la fábrica de cemento, donde el consumo de agua es a tajo abierto.

Efectos nocivos a la calidad de vida de la población por los problemas ambientales señalados. Lo que se expresa en enfermedades de las comunidades locales que presentan síntomas de conjuntivitis, enfermedades estomacales por trastornos respiratorios y de asfixia de la vegetación con ello la mortandad de animales consecuencia del consumo de agua y pastos contaminados.

Pérdida de sistema valores socio culturales de las comunidades más cercanas por cambio de habitus de consumo y convivencia con la naturaleza (cultura de consumismo y economicismo).

Fuertes procesos migratorios por la mayor pobreza como resultado de cada vez más baja rentabilidad agropecuaria consecuencia de los casos anteriores.

Exacerbación de conflictos socio ambientales entre las comunidades locales y la empresa Cemento Caracoto, no entendida ni atendida por las autoridades locales.

Conflictos Inter. Étnicos entre comunidades campesinos a causa de que sus animales se desplazan en búsqueda de pastos no contaminados y agua en parcelas diferentes y por la mortandad de ganado.

En lo fundamental, cualquier ciudadano puede apreciar claramente al pasar por la carretera que conduce entre Puno y Juliaca la suspensión del polvo, un vez detenido, solo al tender la palma de su mano puede apreciar claramente que estas se cubre con el polvo, cual se fuera la ceniza de un volcán cuando erupciona al entrar en actividad.

Los hechos ambientales mencionados, nos conducen a preguntarnos, desde el funcionamiento de la fábrica del Cemento Caracoto, ¿cuanto aportó en dinero a la región? y cuanto de lo que se pagan en impuestos han sido invertidos en la región y peor aún, qué cantidad de beneficios obtenidos fueron revertidos en las comunidades locales.

La legislación internacional prevé el pago de servicios ambientales y compensación a las comunidades afectadas, las evidencias recogidas, nos indican que las victimas en lo que va la operación de la planta no ha recibido absolutamente nada de nada ni se tiene previsto el pago de servicios ambientales.

Por consiguiente, la sustentabilidad durante el tiempo de operación desde el punto de vista empresarial de la fabrica, lo es y ha sido siembre viable y rentable, porque los beneficios que reportan para sus propietarios y su entorno han sido altamente rentables, al igual que para sus futuras descendencias al quedar resguardado el capital acumulado. Pero, para las comunidades locales, la operación de sustentabilidad es totalmente contradictorio ni en el corto ni en el largo plazo, lo que implica que en términos de sustentabilidad del desarrollo propiciado desde la conferencia del Río no ha beneficiado ni mejorado el nivel de vida de estas poblaciones mucho menos en términos sociales y ambientales sino todo lo contrario. Peor aún para las futuras generaciones.

Si ello es así, la fabrica de cemento es un “bendición” para sus propietarios de la empresa y es una “maldición” para las comunidades locales y la región Puno, porque en términos de sustentabilidad de desarrollo, esta compromete seriamente a las poblaciones actuales y el de las futuras generaciones no sólo a la salud humana sino sobre todo a la biodiversidad.

Asimismo la actividad minera como es el cemento caracoto compromete y es evidente la irreversibilidad de los daños generados. Dado que los miles de toneladas de extracción de los recursos de propiedad territorial de las comunidades locales para ser procesadas y comercializadas para convertirse en una actividad altamente rentable, estas a su vez, han generado una inmensidad de residuos durante el procesamiento de cemento.

Aún cuando las consecuencias ambientales, se desconocen a ciencia cierta su magnitud final del impacto, los datos recogidos de por si indican que se está causando serios efectos nocivos y alarmantes en contra de los ecosistemas y la poblaciones humanas, precisamente por consumir alimentos contaminados y espirar los gases y el polvo proveniente de la fabrica de cemento.

En fin, se ha producido una deuda ecológica en el altiplano, pero ¿Quién debe cobrar esta deuda ecológica?, ¿Quiénes son beneficiarios de esta deuda ecológica?¿Cuáles deben ser los mecanismos de negociación de la resolución de los conflictos socio ambientales existentes entre las comunidades y la empresa?, ¿Cuál debe y debería ser el papel del Estado en velar por la sustentabilidad ambiental de la empresa? Y en lo fundamental, ¿Quién o quienes entregaron estos territorios indígenas a empresa de fabrica de cemento?, ¿existe la posibilidad de llamar a consulta popular como los estipula el Convenio 169 de la OIT y demás normas del sistema internacional?. Son interrogantes que dejamos para reflexión, que serán parte de un artículo detallado que publicará oportunamente en futuras ediciones por este medio.

Territorio de los Qollas y Lupaqas, Julio 22 del 2004